1 de Noviembre 2012
La reapertura de la explotación minera de Riotinto supondrá "la rehabilitación ambiental de 1.000 hectáreas"

EMED Tartessus, empresa minera propietaria del proyecto de cobre de  Riotinto, ha participado en la Jornada 'Nuevos  retos y proyectos para una minería sostenible en España', organizada por la  Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y la Metalurgia (Confedem),  que se celebró hace dos semanas en Madrid. En la jornada han destacado que la  puesta en marcha de Riotinto supondrá "la rehabilitación ambiental de más  de mil hectáreas de uso minero".
    Así lo ha manifestado el director de EMED Tartessus, William Enrico en las  jornadas, evento que ha contado con la presencia del ministro de Industria,  Energía y Turismo, José Manuel Soria López, y del director general de Política  Energética y Minas, Jaime Suárez Pérez-Lucas, y ha congregado a representantes  de algunos de los más importantes proyectos de minería que se están  desarrollando en España.
   
 En el caso de España, cerca del 60 por ciento del cobre es importado, de  ahí la relevancia de desarrollar proyectos mineros sostenibles que garanticen  el suministro de materias primas esenciales para la evolución tecnológica,  reduciendo el riesgo que supone la dependencia de terceros países. Se trata de  “convertir Riotinto en una mina del  siglo XXI, tanto en minería y en el proceso metalúrgico como en el aspecto  social y medioambiental”.
    
El proyecto minero de Riotinto tiene una vida estimada de 14 años, durante  los cuales se contempla la extracción de  123 millones de toneladas de cobre y su posterior tratamiento en la planta  de producción de concentrado de cobre, que tiene capacidad para procesar 9  millones de toneladas anuales. Sin embargo, se ha identificado unos recursos de  205 millones de toneladas de cobre, por lo que la vida del proyecto podría  incrementarse "considerablemente" mediante la conversión de la  totalidad de los recursos identificados en reservas. 
    
 La inversión del proyecto  asciende a 243 millones de euros, de  los cuales ya se han invertido o comprometido 75 millones, que, junto a los  gastos de ocho millones de euros mensuales que generará la actividad minera,  supondrá un flujo económico superior a  los 1.600 millones de euros en los primeros 14 años, y que en su práctica  totalidad quedarán en el entorno de la mina. 
    Además, supondrá la creación de  "1.200 empleos directos durante la fase de construcción y 400 empleos  directos fijos durante la explotación", aunque esta cifra asciende  hasta los 1.200 puestos de trabajo, aproximadamente, durante la vida de la  mina, al considerar también los empleos indirectos e inducidos, contribuyendo  así a reactivar y crear el tejido económico de la zona.
    
 Por otro lado, y en cuanto a la sostenibilidad medioambiental del proyecto,  en una zona "altamente degradada" por la actividad minera del pasado, el "ambicioso" plan de gestión ambiental y restauración del proyecto  supone la oportunidad de revertir y  mejorar la situación actual 
    Fuente: Europa Press


                    
                    
                    
                    
                    
                    
                    
                    