8 de Julio 2013

Rioja, la tierra del vino

Tercera parte


El legado del vino. Emprendedores e ilustres personajes en el nacimiento del vino de Rioja
Hay numerosas personas anónimas que con su trabajo, esfuerzo ysaber hacer contribuyeron al nacimiento del vino de Rioja moderno. Sin embargo, hay personajes y generaciones familiares que son claves en el nacimiento, creación e historia de los vinos de Rioja. Es el caso de personas como Guillermo, Marceliana y Camilo Hurtado de Amézaga (Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal), Rafael López de Heredia (R. López de Heredia Viña Tondonia), yLuciano de Murrieta y García de Lemoine (Bodega Marqués de Murrieta).
La dinastía Hurtado de Amézaga. Familia oriunda de Vizcaya, dedicada en el siglo XVIII a las ferrerías en distintas localidades, Guillermo Hurtado de Amézaga nació en Vitoria en 1794.Único hijo varón primogénito del matrimonio formado por Juan Gualberto Hurtado de Amézaga, cuarto Marqués de Riscal, y Jacoba Zubía Echevarría, tenía seis hermanas. Hombre de pensamiento liberal y poseedor de algunas tierras y propiedades, decidió en 1836 -durante la primera guerra carlista-marchar a Burdeos con su esposa, Gertrudis Balmaseda Mateo, donde se dedica a diversos negocios de capitales, préstamos, movimientos de bolsa, etcétera.
Tras el fallecimiento de cinco de sus hermanas, Marceliana -única hermana que le queda- recibe la mitad de la herencia de Juan Ruiz de Ubago, amigo de la familia Hurtado de Amézaga, titular de un Mayorazgo, protector de sus hermanas y perteneciente a una de las familias más significativas del agro riojano y con numerosas posesiones en la localidad de Elciego.
De esta manera Marceliana se hace cargo de algunas fincas de su propiedad, y de las heredades del Mayorazgo recibidas por herencia, comenzando a responsabilizarse de la elaboración del vino con los procesos y sistemas que lo venía haciendo la familia Ruiz de Ubago (recepción del fruto en lo lagos de piedra, maceración hasta su fermentación, prensado y descanso del vino en las cubas de madera hasta su comercialización y venta por los arrieros). Como fácilmente se colige,  sin su concurso activo el devenir vinícolade la familia Hurtado de Amézaga sería muy diferente.
En 1858 fallece Marceliana, y su hermano Guillermo, que continúa residiendo en Burdeos, se hace cargo de todos los bienes, tierras y propiedades de su difunta hermana en Elciego, manteniendo la misma infraestructura vitivinícola y métodode vinificación, viajando desde Burdeos a menudo a España para atender sus negocios. Dos hechos son la clave de bóveda de la revolución del mundo vitivinícola que se avecina en la bodega: por una parte, la entrada en juego de su hijo Camilo y la contratación de los servicios del maestro vinícola francés Jean Pineau para que trabajase en el proyecto “Medoc Alavés” del que más adelante se hablará.
Camilo pertenece, pues, a la segunda generación y contaba con una sólida formación académica que adquirió en Paris, Londres y Burdeos. Con un pensamiento liberal acorde con su formación, es el verdadero impulsor y artífice en la creación de una moderna empresa de producción (materia prima), elaboración (producto del vino) y comercialización (identificación del vino con la marca y prestigio de la misma) de vinos cuyos parámetros de funcionamiento tan alejados se encontraban de la infraestructura tradicional existente. Fue, sin duda, el diseñador, promotor, organizador y hacedor del nuevo proyecto vinícola que se hacía realidad.
Como fiel estandarte de su padre fue gestor de operaciones cuando la Diputación puso en marcha un plan para impulsar el vino riojano-alavés, efectuando bajo su supervisión y criterio las diversas ampliaciones de la bodega de su padre, así como acercando sus vinos de calidad y situándolos en las familias y nombres más influyentes de la Corte en Madrid.