16 de Mayo 2013

Mecenazgo vitivinícola: el proyecto de uvas nómadas
Primera parte

Dos jóvenes viticultores del municipio segoviano de Cuéllar pretenden elaborar vino a partir de las cepas de una zona distinta de la península ibérica cada año, un idea que se han propuesto sacar adelante con un novedoso e innovador proyecto denominado “Uvas Nómadas” que consiste en elaborar vinos con distintas variedades de la geografía nacional con financiación en forma de micromecenazgo o “crowdfunding”, una inversión que se devolverá en forma de botellas.
Elisa de Frutos y Rubén Salamanca son los gerentes de Vinos Malaparte, la bodega que se encargará de la elaboración de este vino "trotamundos". En el pasado, ambos fueron "nómadas", antes de convertirse en "elaboradores de vinos con alma y siempre con una historia". Ahora, pretenden fusionar esos dos aspectos de su vida y recorrer la Península mientras dan vida a sus caldos.
El “crowdfunding” (financiación en masa o colectiva) es muy popular en la red, especialmente para proyectos de literatura, música o películas. Sin embargo, este es uno de los primeros proyectos que se elabora centrado en el sector de la alimentación. Elisa y Rubén lo conocieron a través de la radio, de la mano de grupos de música que lo habían realizado para poder sacar adelante su trabajo. La idea les pareció interesante y estudiaron cómo se podía adaptar a una empresa privada como es su bodega Vinos Malaparte, ya que los proyectos que se realizan no pueden tener ánimo de lucro. 
Cada año recogerán las uvas de una región concreta, con la garnacha de Ávila como partida, para elaborar el vino en su bodega de Cuéllar.Para ello se han propuesto contar con otras personas, a través de una plataforma de “crowdfunding”, es decir, un micromecenazgo en internet, a través del cual han buscado mecenas que realicen pequeñas aportaciones a su proyecto, y que en todos los casos serán recompensados por ello.
Pensaron en ese proyecto que siempre habían querido realizar, centrado en la elaboración de vino con uvas de distintos puntos de Castilla y León y del resto de España, pero faltaba un enfoque. No se lanzaron a realizarlo puesto que los costes del proyecto son muy grandes para una pequeña producción. Era un capricho que podía suponerles bastante dinero y surgió el micromecenazgo, una forma mucho más sencilla y que les acercaba un poquito más a su ilusión creadora.
El siguiente paso consistió en decidir la plataforma y ponerse a trabajar con ella. Optaron por Verkami (www.verkami.com), donde estudiaron la propuesta y les aconsejaron sobre cómo realizarla y qué puntos mejorar. Seguidamente Rubén y Elisa concretaron el proyecto, que se aprobó, y ellos mismos decidieron la fecha para lanzarlo y el rango de aportaciones económicas.

“Uvas nómadas”, como se llama la iniciativa, necesitaba 6.700 € de financiación a través de micro mecenas, habiendo conseguido, después de un período cuarenta días, la cantidad total de 7.020 €. Un total de 134 mecenas han efectuado aportaciones entre los 20 y los 720 € y, en función de la aportación que ha realizado cada mecenas, una vez finalizado el proceso de producción y elaboración recibirá en su casa un número determinado de botellas, además de regalos como camisetas o invitaciones para visitar su bodega.
Todas las aportaciones equivalen al producto final elaborado en casa, al igual que en otros proyectos como música o películas, donde además, en algunos casos, incluyen en los créditos finales a todos los pequeños mecenas. Esta idea también ha sido recogida por Elisa y Rubén, que tienen la intención de incluir de alguna forma a todos los que participen en su proyecto, o bien en la etiqueta del vino o en la cápsula, tal y como ahora hacen con sus vendimiadores.