17 de Junio 2015

Bodegas Buezo: calidad y excelencia en la DO Arlanza

Tercera parte

 

 

De la simbiosis tradición y actualidad, sin perder nunca de vista el origen y los cimientos de la primera, cuidando el hoy y mirando siempre al mañana, con la firme apuesta por la triada investigación + desarrollo + innovación, el resultado desemboca en el buen hacer y la calidad del producto de sus vinos.
Departiendo con Abel Buezo (gerente y uno de los propietarios de la bodega) y Javier Corral (chef del restaurante de la bodega), colegía de las palabras de Abel que la filosofía de Buezo se inicia, prosigue y termina en su propio “leit motiv”, la calidad y el buen hacer por encima de cualquier otra consideración.
Calidad y cuidado exhaustivo y minucioso en todo el proceso desde el viñedo en todo el ciclo biológico de la planta, en el fruto, en la vendimia, realizada a mano en pequeñas cajas de plástico perforadas de 16 kg que eviten cualquier estrujamiento o posibles prefermentaciones, pasando por la selección dual de racimos y bayas, seleccionando que a los depósitos única y exclusivamente lleguen las mejores.
En este iter, se efectúan todos los trasiegos por gravedad hacia los depósitos troncocónicos, de forma que se mantengan todas las propiedades fenólicas del hollejo en su grado óptimo, permitiendo el mayor contacto del hollejo con el mosto gracias al diseño de los citados depósitos troncocónicos, extremo que facilita la obtención de los mejores resultados y facilita el cuidado de las partes sólidas en suspensión -sombrero- que se quedan en la parte superior flotando sobre el mosto.
En la sala de barricas de roble francés, centroeuropeo y americano, con temperatura y humedad controladas constantemente, se procede a esterilizar la madera de las mismas con chorros de agua a noventa grados de temperatura, como hito previo a su llenado. Este sistema de desinfección de posibles microorganismos y bacterias, propicia que los diferentes orígenes y clases de maderas de las barricas, y tostados de las mismas, confieran todo su universo aromático a las diferentes variedades de uva y, en definitiva, al producto final, siendo un componente más del proceso.
El embotellado y el encorchado se efectúan en atmósfera controlada de nitrógeno con el fin de evitar oxidaciones que perjudiquen el producto final, dando paso a su traslado final a los jaulones metálicos almacenándose en el dormitorio de botellas hasta que el vino se encuentre listo para su salida al mercado.
El resultado de todo este interesante y laborioso proceso permite disfrutar de sus por ahora ocho estupendas referencias; por una parte la gama de crianzas Tempranillo (abanico de aromas y franqueza de paladar); Petit Verdot (perfecto equilibrio entre acidez y tanicidad); Varietales (perfecto ensamblaje de ricas sensaciones, de Tempranillo (50%), Merlot (25%) y Cabernet Sauvignon (25%) y Nattan (fruto de la selección de barricas, potente, misterioso y atrevido). El tiempo de crianza de estos vinos es de 12 meses.
La gama de reservas Tempranillo, Petit Verdot, Varietales y Nattan se presentan en botellas tipo Magnum (1´5 litros) y dos de ellas (Petit Verdot y Nattan) también en formato convencional de 0´75 litros.
Todos y cada uno de sus vinos han obtenido numerosos reconocimientos de prescriptores como Robert Parker y José Peñín, premios en eventos y concursos internacionales como Bacchus, Mundus Vini, Nariz de Oro, Zarcillo, Tempranillos al Mundo, Catavinum, Wine Trophy, Vinhoreca, etcétera, menciones que vienen a reconocer la elevada calidad de los vinos de Bodegas Buezo y su buen hacer.
Este recorrido a lo largo de tres episodios por Bodegas Buezo llega a su fin, un destino singular en la DO Arlanza que reúne todos los ingredientes para satisfacer los deseos y necesidades del enoturista, del viajero, y de toda persona dispuesta a vivir las sensaciones y experiencias que la calidad con “b” de Buezo te harán sentir. De la calidad a la excelencia. Así sea.