España es, de acuerdo con numerosos y variados indicadores de biodiversidad y sostenibilidad, el paraíso natural de la Unión Europea y uno de los países del mundo que cuenta con una mayor riqueza natural y geográfica incluida en diversos programas de protección medioambiental a nivel internacional y nacional.
El patrimonio natural, en cuanto conjunto de bienes y recursos de la naturaleza, es una fuente de diversidad biológica y geológica que posee un valor medioambiental, paisajístico, científico, etnográfico, cultural…… que, además de su extensión, goza de una amplia diversidad. Ese conjunto de recursos naturales se encuentra formado, entre otros, por el paisaje natural, las aguas superficiales y subterráneas, el suelo y el subsuelo, las tierras agrícolas, las vías pecuarias, los recursos forestales, los recursos genéticos y los ecosistemas que dan soporte a la vida, los recursos energéticos (eólicos, solares, geotérmicos…), las rocas, los minerales y todo un conjunto de recursos geológicos renovables y no renovables.
Muchos de esos espacios, sobresalientes “per se”, han de ser protegidos por desempeñar una función decisiva en la conservación y cuidado de los ecosistemas, la supervivencia de las especies y la pérdida de la biodiversidad, motivo por el que han de contar con un régimen jurídico especial para su protección, integrado en la planificación territorial de todo el territorio español, conforme a las políticas generales de uso de los suelos y de los recursos naturales.

Por otra parte, en nuestro mundo actual en proceso de cambio y transformación continuo, hay que armonizar el desarrollo rural con el uso y aprovechamiento racional y sostenible del conjunto de los recursos y los intereses de las personas más afectadas, procurando que la gestión de los recursos naturales se produzca con utilidad y provecho para las generaciones actuales -singularmente en el ámbito rural- y sin menoscabo de satisfacer las aspiraciones legítimas de las generaciones venideras.
Así pues, se trata de velar por un adecuado, diligente y racional sistema de equilibrio, conservación, mantenimiento y gestión del uso sostenible del patrimonio y los recursos naturales y la biodiversidad con independencia de la titularidad del mismo y desu régimen jurídico de protección y funcionamiento. Entre algunos de los hitos, organizaciones e instrumentos jurídicos más relevantes sobre Patrimonio Natural y Biodiversidad se encuentran los siguientes: Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB), abierto para su adhesión y firma en la denominada “Cumbre de la Tierra” , celebrada en Río de Janeiro en 1992; Base Mundial de Datos de Áreas Protegidas; Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (la red ambiental más extensa y variada del mundo); el Programa de Trabajo sobre Áreas Protegidas del Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Ley española del Patrimonio Natural y la Biodiversidad.
En este contexto, y atendiendo a sus respectivos marcos de origen, se agrupan tres tipos diferentes de espacios protegidos, a saber:
► Los Espacios Naturales Protegidos;
► Los Espacios Protegidos de la Red Natura 2000 y
► Las Áreas Protegidas por instrumentos internacionales
La declaración, planificación, desarrollo y gestión de cada uno de los espacios protegidos corresponderá al Estado, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), o a las Comunidades Autónomas en función del régimen de competencias previsto legalmente, sin perjuicio de su inscripción y registro en el Inventario Español de Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000 y Áreas Protegidas por instrumentos internacionales, cuya llevanza y gestión corresponde, en exclusiva, al Estado por conducto del MAPAMA.
A través de este recorrido nos adentramos en la Red Natura 2000 y cómo, las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en aplicación de la Directiva Comunitaria 2009/147/CE, conocida por Directiva AVES, puede afectar a determinados cultivos agrícolas como la vid.
La Red Natura 2000 es una red ecológica europea compuesta por los lugares que albergan tipos de hábitats naturales y hábitats de especies para garantizar su mantenimiento o el restablecimiento de los precitados tipos de hábitats en su área de distribución natural. Todo ello se lleva a cabo por medio de una red formada por Zonas Especiales de Conservación (ZEC), Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y por Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

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