Doscientos diez años han transcurrido desde que tal día como el de hoy, 2 de mayo, se produjeron los levantamientos y revueltas populares de multitud de madrileños al grito de “mueran los franceses”. Armados de forma rudimentaria con palos, piedras, cuchillos y todo aquello que encontraban a su alcance,salieron a la calle contra las tropas invasoras napoleónicas para vengar a los caídos en los aledaños del Palacio Real con fuego de artillería al mando del general Murat -El Pequeño Corso-, cuando Napoleón pretendía trasladar a los últimos miembros de la familia real española fuera de la capital.
Por aquel entonces ya tenían fama notable los preciados vinos de San Martín de Valdeiglesias, aunque la capital también se abastecía de vinos producidos en las zonas de Arganda, Alcalá de Henares, Navalcarnero, Alcobendas……y otros muchos viñedos existentes en la misma ciudad de Madrid como en los Carabancheles y en Fuencarral que pervivieron hasta el siglo XX.No obstante, hay que retrotraerse al siglo XIII para encontrar algunos de los primeros testimonios sobre la existencia de los vinos de la actual Villa y Corte, derivados de la disputa por la posesión de un viñedo entre unos monjes y el señor feudal que fue resuelta por el arbitraje del rey.
El devenir actualde los vinos de Madrid se inicia con el reconocimiento de la Denominación de Origen “Vinos de Madrid” y la aprobación de su Reglamento por Orden 2240/1990, de 17 de agosto, de la Consejería de Agricultura y Cooperación de la Comunidad de Madrid y sus más importantes modificaciones posteriores en 2003 y 2014. Tres subzonas (Arganda con 31 municipios, Navalcarnero con 19 y San Martín de Valdeiglesias con 9 municipios) con los terrenos ubicados en los términos municipales adscritos a cada una de ellas constituyen la DOP “Vinos de Madrid”.En las 8.400 hectáreas de superficie de viñedo de la DOP, la elaboración de los vinos se realizará exclusivamente con uvas de las variedades siguientes:
- Blancas: Malvar, Albillo Real, Airén, Viura, Torrontés, Parellada, Moscatel de grano menudo y Sauvignon Blanc, con una producción máxima de 8.000 kg por hectárea para la mayor parte de ellas,pudiendo modificarse este límite en determinadas condiciones por el Consejo Regulador de la DOP.
- Tintas: Tempranillo, Garnacha Tinta, Merlot, Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot, Graciano y Garnacha Tintorera, con una producción máxima de 7.000 kg por hectárea, pudiendo modificarse este límite en determinadas condiciones por el Consejo Regulador de la DOP.
En cuanto a los tipos de vinos, la DOP cuenta con los siguientes: joven, crianza, reserva, gran reserva, espumosos y Sobremadre. Cada uno de ellos con un proceso de crianza y envejecimiento efectuado en las bodegas inscritas en el registro de la Denominación, con un tiempo determinado de envejecimiento en barrica y en botella y con las cualidades marcadas por el Consejo Regulador de la DOP para cada tipo de vino.
La especificidad de los vinos Sobremadre de la DOP “Vinos de Madrid”, hacen referencia a los vinos blancos y tintos que como consecuencia de su especial
elaboración contengan gas carbónico de origen endógeno, procedente de la propia fermentación de los mostos con sus madres (uva despalillada y estrujada), permaneciendo en el envase junto a las madres, con un mínimo de un 25 por cien de las mismas, una vez finalizada la fermentación con ausencia de trasiegos salvo el que preceda al embotellado. En cuanto al tiempo máximo de permanencia con las madres con el vino, en ningún caso será superior a 180 días ni inferior a 90 días.
Entre las cualidades organolépticas de color, aroma y sabor de los vinos de Madrid destacan las siguientes:
- Vinos Blancos: su aspecto presenta en vinos jóvenes colores amarillos pajizos con tonos verdosos a grises o acerados, evolucionando a amarillos dorados u oro viejo en los de crianza o reserva. Aromas francos, afrutados, con aromas especiados y balsámicos para los envejecidos. Un gusto fresco, con ligera acidez, untuoso, con notas amargas y de persistencia media.
- Vinos Rosados: visualmente abarca un color rosa de tonos fresas, salmón y colores anaranjados en vinos sometidos a envejecimiento. Aromas de fruta roja, carácter floral y vegetal con aromas especiados para los de más edad. En boca resultan frescos, ligeramente ácidos y con persistencia media.
- Vinos Tintos: son rojos de tonalidades violáceas a cerezas para los vinos jóvenes y de rubí a teja para los envejecidos. Sus aromas francos resultan frutales en los vinos jóvenes y con aromas de madera en los envejecidos, unidos a frutos secos, especias hierbas aromáticas. Tienen sabores tánicos, cálidos y persistentes acompañados con los recuerdos de madera.
- Vinos Espumosos: visualmente van desde el amarillo pajizo a los ligeramente dorados en función de su edad. Con burbuja fina y persistente, color rosa fresa en el caso de los rosados. Presentan aromas frutales con sabor fresco y punzante.
- Vinos Sobremadre que pueden ser blancos o tintos. Los Sobremadre blancos son amarillos pajizos o dorados, con aromas frutales y de levadura, sabores secos, frescos y con ligero gusto amargo. Los vinos Sobremadre tintos, de color rosa cereza o rojizo, son también afrutados y con aromas a levaduras, con buena frescura de boca y frutales.