Crónica

La Finca Los Nevados, Bodegas y Viñedos, se encuentra en la localidad ciudadrealeña de Socuéllamos. Tiene una extensión total de 200 hectáreas, destinándose a viñedos 140 hectáreas, y el resto a cereales, pasto y zonas de recreo.

En la salida, el grupo pudo recorrer una parte del vidueño en un carruaje de caballos, siendo acompañados, en todo momento, por el Director Técnico y enólogo de la bodega, quién nos facilito todo tipo de información y explicaciones, durante la visita, respondiendo gustosamente a cuantas preguntas y dudas le fueron formuladas.

Pudimos admirar, desde el mirador situado en el punto más elevado de la finca, una hermosa panorámica en un horizonte verde de viñedos, observando algunos pequeños frutos ya saturados de clorofila, recordando que ahora la planta se pone al servicio del fruto que, poco a poco, irá creciendo.

Los trabajos de investigación se iniciaron en el propio viñedo, analizando los distintos tipos de suelos (pizarrosos, pedregosos, arenosos y graníticos, etcétera), los microclimas existentes y la adaptación de las plantas a éstos. De forma directa, pues, pudimos conocer los suelos y su integración con la planta, comprobando como la bodega está apostando por una viticultura integral de carácter ecológico, cuidando al detalle todo el proceso de elaboración desde la cepa hasta la copa.

Las primeras plantaciones, nos decía su Director Técnico, fueron las cepas de la variedad Syrah, Cabernet Sauvignon y Tempranillo. Más tarde, continuaron con las variedades Merlot, Petit Verdot y Garnacha, completándose una tercera fase con las variedades Chardonnay, Sauvignon Blanc y Viognier para los vinos blancos. Todas ellas han tenido una buena aclimatación en las distintas parcelas, laderas, zonas y orientaciones de la finca, estudiándose y seleccionándose las ubicaciones más idóneas para cada variedad.

La tecnología se pone al servicio del viñedo. A través de sensores de humedad, enterrados en el suelo, y sensores de estrés en la planta, para indicar el aporte preciso de agua, los nutrientes y el tratamiento que la planta necesita en cada momento, se cuida con esmero cada ciclo de su proceso biológico.

El sol calentaba y, casi sin darnos cuenta, nos recordaba que teníamos que continuar con la visita en la Sala de Elaboración. En ella se encuentran varios depósitos de acero inoxidable controlados a través de paneles y sistemas electrónicos de frio, donde se realiza la recepción del fruto con un estricto control analítico y con un sistema de trazabilidad establecido por un software específico.

A las 14.00 pasamos a la Sala de Catas, en la que tuvimos ocasión de degustar vinos blancos y tintos de distintas variedades y añadas, en todo un abanico de sensaciones olfativas y aromáticas, con un buen universo para nuestro paladar.

Después de dar cuenta de unas buenas viandas, regadas con diferentes vinos blancos y tintos, nos dirigimos al museo de la bodega. En él, pudimos acercarnos a los orígenes de la vid, sus métodos de cultivo a lo largo del tiempo y sus distinta elaboraciones. Siglos y siglos de historia en un espacio que presenta al visitante un recorrido por los acontecimientos históricos más importantes en los que el vino ha tenido un papel de auténtico protagonista.

Para finalizar, completamos la visita, efectuando un recorrido virtual a través de proyecciones interactivas que nos recordaron algunas de las sensaciones que habíamos experimentado por la mañana en nuestro recorrido por algunas zonas de la inmensa finca.

En nuestro semblante se reflejaba una intensa emoción y satisfacción por el enorme interés que tuvo la extensa visita y lo completo de la misma. Me viene al recuerdo que el vino, con moderación, resulta muy, muy saludable, y que es, sin duda, alegría para el espíritu.

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24 Mayo 2008

 

 

 

 

Galeria de Fotos

Imágenes de la visita a la finca y bodega