1 Octubre 2012

La ciencia rescata los vinos de nuestros abuelos

1ª parte

La investigación ha logrado rescatar más de veinte variedades de vid españolas en vías de extinción y ocho ya son comercializadas con éxito y demanda internacional. Las bodegas que las explotan venden toda su producción y consolidan puestos de trabajo en plena crisis. Pura innovación científica. La moda vintage es propia de los viñedos.
La riojana Maturana Tinta, la madrileña Malvar y la andaluza Tintilla de Rota agonizaban acorraladas por las restricciones de las denominaciones de origen y la propagación de variedades foráneas muy populares, como la Cabernet-Sauvignon y la Chardonnay, explica Félix Cabello. Este especialista en vinos, que trabaja para recuperar uvas perdidas, dirige el Departamento de Investigación Agroalimentaria del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), de la Comunidad de Madrid.
La transferencia de la investigación a la tecnología ha sido vertiginosa: en menos de cinco años –tiempo récord para la aplicación de los descubrimientos científicos–, viticultores y bodegueros han apostado por las variedades minoritarias recuperadas en sus zonas, que los científicos les han aconsejado por sus características organolépticas y su potencial comercial.
Ahora, en medio de una durísima crisis, venden toda su producción. Lo vintage –término de origen francés que hacía referencia al vino de las mejores cosechas– también enloquece a los amantes de la enología que buscan lo diferente, lo desconocido. Uvas rescatadas de la desaparición por la mano de la ciencia.
Lo vintage enloquece a los amantes de la enología que buscan lo diferente: uvas rescatadas de la desaparición por la mano de la ciencia
Los pioneros fueron riojanos. En 1988 el equipo de Fernando Martínez de Toda, catedrático de Viticultura en la Universidad de La Rioja, se dispuso a recorrer viñedos antiguos y recónditos en busca de cepas de las que solo tenían conocimiento por la bibliografía histórica. Martínez de Toda recuerda que "la plaga de filoxera en el siglo XIX destruyó muchas variedades. Leíamos escritos que describían la garnacha morisca, por ejemplo, de la que no teníamos muestras. Iniciamos el proyecto VITUR para evitar la pérdida de variedades genéticas y ampliar la colección ampelográfica –de vides–, pero además el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de La Rioja nos solicitó que identificásemos las uvas con mayor potencial de explotación".

Como resultado, hallaron en los viñedos riojanos más de 40 tipos de vid prácticamente desconocidos y de ellas ocho guardaban interés para la D.O.Ca. Rioja. Este Consejo Regulador incorporó a su portafolio en 2007 las variedades Maturana Tinta, Maturano, Monastel, Maturana Blanca, Tempranillo Blanco y Turruntés para recuperar el patrimonio vinícola riojano y aportar diversidad a su producción.
Martínez de Toda destaca que es "la primera vez en el mundo que una denominación de origen autoriza el cultivo de variedades minoritarias recuperadas, preservadas y estudiadas a través de la investigación".
Por primera vez en el mundo, una denominación de origen autoriza el cultivo de variedades minoritarias recuperadas.
Al menos cinco bodegas de la zona ya elaboran vinos con estas uvas. Juan Carlos Sancha, ingeniero agrónomo que trabaja en el equipo de Martínez de Toda, creó en 2008 una de ellas en La Rioja Alta para "dar a probar al consumidor la Maturana Tinta y la Tempranillo Blanco". La marca Ad Libitum (“a placer” en latín) ha conseguido una notable puntuación por el gurú de la enología Robert Parker –92 puntos para el tinto y 90 para el blanco–, lo que automáticamente se traduce en una buena acogida en el mercado.
Sancha considera que "el consumidor valora esta defensa de lo autóctono, de lo novedoso. Mi mejor cliente es Estados Unidos y exporto el 65% de la producción a varios países porque hay un interés en salirse de la Cabernet. Hemos gastado mucha energía científica en adaptar variedades foráneas a nuestros cultivos en detrimento de nuestro patrimonio. Ahora toca invertir esa energía en las vides minoritarias".


Fuente: SINC