OCTUBRE 2016
¿Tiene riesgos laborales el cultivo de la vid? ¿Cuáles son?
La respuesta es rotundamente afirmativa aunque, desde luego, muchos de los operadores del sector del vino no hayan reparado o reparen con la destacada atención que el tema merece en la exposición de sus riesgos y sus consecuencias. Para empezar, es oportuno señalar que el sector vitivinícola no está exento, al igual que otros sectores que operan en el tráfico jurídico y económico mercantil, de una serie de riesgos que se producen en el viñedo, desde la propia cepa, y que se extienden a lo largo de todo el proceso de cultivo de la vid. El sector vitivinícola se extiende por toda España (casi un millón de hectáreas que nos convierte en el país del mundo con mayor superficie de viñedo) y se encuentra caracterizado, además de por su dispersión y atomización en muchas zonas y regiones vinícolas, por un sistema de propiedad, trabajo y gestión mayoritariamente propio de la pequeña explotación familiar, con gran temporalidad de los trabajadores motivado por el ritmo natural del ciclo biológico de cultivo cuya actividad se concentra y aumenta sensiblemente en el tiempo de vendimia.
Muchos de estos trabajadores son personas de elevada edad y propietarios del viñedo, personas que, eventualmente, trabajan en el campo y/o en otros sectores diferentes al primario que simultáneamente, lo compatibilizan con otra actividad y, además, y en numerosas ocasiones, ambivalentes, es decir, efectúan trabajos en la viña como viticultores y vendimiadores y, al propio tiempo, como elaboradores en los trabajos de bodega y crianza.
Son precisamente las peculiaridades advertidas en el sector agrario en general, y vitivinícola de manera específica, las que no permiten muchas veces reflejar una imagen fiel sobre la realidad de la prevención de riesgos laborales en el sector del vino o que, en su caso, resultan desnaturalizadas. Como se exponía anteriormente, dos son los grandes grupos de riesgos diferentes de actividadque se producen en el sector vitivinícola: uno, el de la actividad propiamente agraria o de campo y, dos, el de la actividad industrial o de bodega.
Aunque la casuística resulta muy amplia, entre los principales riesgos que se asocian al cultivo de la vid, unos comunes con los de la actividad agraria, y otros singulares del sector vitivinícola, destacan los cuatro grandes grupos siguientes:
→ Los riesgos por vuelco de tractor o maquinaria especial de viña derivados de las faenas vitícolas efectuadas en pendientes o terrenos sinuosos, por inadecuada distribución de cargas y maniobras o giros inseguros. Este es, sin duda, uno de los riesgos más destacados por las graves consecuencias que se producen.
→ Los riesgos derivados del atrapamiento o aplastamiento de maquinaria principal o auxiliar en las operaciones de enganche del tractor al remolque o a otra maquinaria.
→ Los riesgos de exposición originados por productos y agentesquímicos derivados de los abonos y productos fitosanitarios para controlar la acción de las plagas, malas hierbas, etcétera.
→ Los riesgos de trabajo en el campo y, principalmente, en tiempo de vendimia, referidos a situaciones de temperaturas extremas de calor, tareas manuales efectuadas en la poda, vendimia, instalación de alambres y espalderas, etcétera; las picaduras de los insectos y posibles alergias o reacciones, así como los cortes por el uso de tijeras de poda y otras herramientas y las caídas.