JULIO 2017

Aproximación al entorno rural - Capitulo I

Partiendo de esta premisa, los datos demográficos corroboran lo que algunas personas intuyen sobre el incremento de las personas mayores tanto en el ámbito urbano como singularmente en el medio rural, en el espacio geográfico de la Unión Europea -UE-, como de manera singular en España. Esto parece será sí por dos motivos básicos: una esperanza de vida cada vez mayor y una tasa de natalidad decreciente. La esperanza de vida en España es la más alta de los países miembros de la UE (83,16 años) y compartimos el segundo puesto del mundo, después de Japón, en unión de Suiza y Singapur. Con respecto a la tasa de natalidad, España lleva dos años consecutivos en cifras de saldo negativo, es decir, se producen más defunciones que nacimientos y, lo más preocupante, es que la tendencia podría mantenerse en los próximos años.
Los agricultores más mayores viven más tiempo y, además, como hecho generalizado, siendo la agricultura una forma de vida arraigada en la comunidad, la vida activa respecto a las faenas agrícolas se prolonga más allá de la edad legal de jubilación, a diferencia de lo que sucede en otros sectores económicos no produciéndose, por tanto, un adecuado y ordenado relevo generacional.
A mayor abundamiento, los agricultores de más edad reciben en muchas ocasiones más incentivos para continuar en la actividad agrícola que para abandonarla y dar paso a los jóvenes, pues resulta significativo, y no es menos cierto, que a la mayoría de los agricultores jubilados les resulta muy difícil abandonar su actividad cuando su hogar y su trabajo se concentran en un mismo lugar, estableciéndose una prolongación de una referencia a otra. A ello se une la falta de atractivo de la agricultura para muchos jóvenes, cada vez con mayor cualificación, que buscan mayores ingresos con jornadas de trabajo fijas en otros sectores productivos de zonas urbanas y con menos riesgos, preocupaciones e incertidumbres que invertir en explotaciones agrarias y/o ganaderas.
La situación descrita se agrava aún más, si cabe, con la falta de unas infraestructuras y equipamientos de telecomunicaciones, transportes, educativos, sanitarios, sociales, culturales y de ocio o que, en caso de darse, resultan de una calidad inferior a los prestados en zonas urbanas, Y, llegados a este punto, es

necesario hacer una mención especial sobre las personas que se dedican a la ganadería, especialmente extensiva pero también intensiva (ovina, caprina y vacuna). En este caso, la situación se agrava sobremanera por la propia naturaleza de la actividad, la falta de rendimiento y retribuciones acordes con los trabajos, las largas jornadas de trabajo sin descanso y sin vacaciones en la mayor parte de los casos y, para colmo, la falta de visibilidad y reconocimiento social sobre su silenciada labor que, además, contribuye de manera eficaz y eficiente, de manera especial en la ganadería extensiva, al cuidado y regeneración del medio natural en general y vegetal singularmente.
De lo expuesto pueden extraerse tres consideraciones generales sobre el marco en el que se desenvuelve el entorno rural:
- Hay una tendencia más acentuada en el mundo rural a proseguir en la actividad agrícola más allá de la jubilación.
- Los agricultores de mayor edad reciben más ayudas para continuar con las actividades agrícolas que para su abandono.
- Las actividades agrícolas en general no resultan atrayentes para los jóvenes y menos aún las actividades ganaderas por su especial dureza, dedicación y sacrificio.