El impacto y la importancia de la flora y fauna en la salud de los viñedos es determinante. Constituyen una red sanitaria natural para la vid y además enriquecen, cohesionan y alimentan los pulmones naturales del territorio, garantizando la obtención de grandes vinos en un entorno saludable que, también, contribuye al desarrollo rural y a frenar la despoblación.
En el marco de la Unión Europea -UE-, la iniciativa europea para mejorar la biodiversidad en viñedos, tiene como objetivo adaptar las prácticas vitícolas para proteger, mejorar y promover su biodiversidad a través del desarrollo de módulos de análisis y formación y, además, con actividades efectivas que tiendan a la acumulación ordenada de materiales de desechos (troncos, sarmientos, paja, etcétera) como refugio de insectos y otros animales beneficiosos para el conjunto del viñedo en su subsuelo, sistema radicular y parte aérea del mismo.
Cuando conseguimos un agrosistema en un entorno biodiverso y equilibrado, mejoramos notablemente la producción del viñedo a largo plazo. Las diferentes variedades de uva que cultivemos son un elemento esencial de la biodiversidad de nuestros viñedos. Por ello, muchas otras especies de plantas y animales que conviven con las viñas enriquecen este patrimonio natural, al tiempo que ofrecen beneficios para el óptimo desarrollo del cultivo con una influencia directa, por ejemplo, sobre el control de plagas, la polinización y el mantenimiento y enriquecimiento del suelo y la microbiota, entre otros factores beneficiosos.
Los insectos, además de ser el grupo animal más diverso y numeroso de los seres vivos en el mundo, ocupan toda clases de hábitats y evolutivamente son los más exitosos del planeta. Aunque incluyen numerosas plagas, muchos otros juegan un papel vital en el funcionamiento de los ecosistemas contribuyendo a funciones ecológicas clave. Por ejemplo, al comportarse como depredadores, parásitos o parasitoides, muchos insectos limitan el desarrollo de las plagas de los cultivos en el planeta.
Además, muchas especies de insectos mejoran y enriquecen la fertilidad del suelo y el subsuelo, estimulando y acelerando la descomposición de la materia orgánica al separar o desmenuzar elementos como excrementos, plantas y animales muertos, así como a través de muchas otras especies que son polinizadoras, con un impacto directo sobre la producción agrícola y la proliferación de plantas beneficiosas.
Cuanto mayor sea la superficie del viñedo y de cuanta mayor biodiversidad se disponga, preferentemente autóctona, y que sus requerimientos de agua sean acordes al medio, mejor se contribuirá a su función en el conjunto integral del agrosistema.
Con la finalidad de mejorar la biodiversidad en el viñedo, hay algunos elementos estructurales claves que pueden ser establecidos o mejorados por el viticultor. Así, la UE ha establecido que, a cada grupo o especie de animal beneficioso, se asocian determinados elementos vegetales o de otra naturaleza que mejoran su presencia de forma directa o indirectamente al atraer también a hipotéticas presas para la continuidad de la vida.
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Madrid, 15 de Junio de 2021
J. Alfredo Gómez Pascual