Octubre 2008

Crónica visita Mina ampliación Victoria, Navajún. La Riojoa.

 

Poco o nada nuevo podemos aportar después de los ríos de tinta que se han escrito sobre las piritas de Navajún. Están consideradas como las mejores del mundo por su perfección, morfología, estética de los conjuntos que forman, el brillo que presentan algunas y el contraste que ejercen sobre la matriz de la marga que encajona el mineral.
La visita a las minas de Navajún es siempre una experiencia recomendable e imborrable no sólo para el amante de la Mineralogía sino también para cualquier persona con curiosidad que presente un mínimo interés por las Ciencias de la Tierra. La mina está enclavada en una zona de paisajes singulares, muy cercana a otros puntos de interés geológico como los yacimientos de huellas de dinosaurios, y en una zona con alto nivel de gastronomía y cercana a una de las más antiguas, reconocidas y mejores zonas vitivinícolas de España, La Rioja.
Las piritas se encuentran diseminadas en unas capas de margas (rocas sedimentarias compuestas principalmente de calizas y arcillas) pertenecientes al período Cretácico (145 a 65 millones de años). En el yacimiento existen numerosos afloramientos, reconociéndose en la concesión “Ampliación a Victoria” 3 capas o niveles denominadas sucesivamente primera, segunda y tercera. El espesor de cada capa es variable, con una media de 2,5 metros, efectuándose los trabajos más importantes sobre el primer nivel, en distintos frentes, como en los que nos hemos dispersado siguiendo las instrucciones del titular de la concesión.
Lo cierto, como puede comprobarse en las fotografías, es que en los diferentes frentes de cantera hay buenas piezas por doquier y, en ocasiones, la decisión de que frente atacar no resulta nada fácil. Son numerosas las que se encuentran caídas aunque no sean de gran calidad pero para quien no desee picar y trabajar para conseguir piezas de mayor categoría y valor en matriz, lo único que debe hacer es recogerlas del suelo y cargarlas a la mochila.
Después de 4 ó 5 horas de jornada nada mejor que reponer fuerzas en el restaurante y casa rural de Navajún propiedad del propio titular de la concesión minera. Sus viandas y sus vinos te reconfortarán de la pesada carga del mineral. Este yacimiento es uno de esos lugares en el que converge el goce y la alegría, por iguales partes, de aficionados veteranos y neófitos. Un lugar y una experiencia que, sin duda, no debes dejar pasar. Ad multos annos (Que sea por muchos años).