UVAS TINTAS

 

• Bobal: Ocupa más del 7 por cien del viñedo español. Es vigorosa, rústica, de intenso color y resistente a la sequía. Tiene un aroma fresco pero no de gran intensidad, da lugar a buenos vinos rosados, produce tintos de mucho color, no muy dulces y brillantes por su buena acidez. Es una uva típica de las D.O. Utiel-Requena, Alicante, Cariñena y La Manchuela principalmente.

 

 

 

• Cariñena: Se denomina mazuelo en La Rioja. Variedad de uva muy resistente a la sobre maduración. Tiene notas que recuerdan los frutos rojos silvestres. Con cepas viejas, y en suelos secos y calurosos, puede obtenerse una muy buena expresión frutal de frescura y buena acidez, con taninos secos y vivos. Se cultiva principalmente en Aragón y Cataluña (D.O. Priorat y Montsant).

 

 

• Garnacha: Con más del 13 por cien de superficie del viñedo español, en el que ocupa el segundo puesto, es un tipo de uva rústico y muy resistente a la sequía. Produce vinos tintos de mucho color, con estupenda expresión frutal, buen cuerpo y estructura, aunque es una uva difícil de mantener el color con notable propensión a la oxidación. Tiene matices y rasgos de dulcedumbre. Se cultiva en numerosas D.O. (La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Ribera del Duero, Toro, etcétera).

 

• Garnacha Tintorera: Su característica más notable es el hecho de tener la baya de la pulpa coloreada, haciendo de ella un ingrediente muy buscado para dar color a los graneles. En la D.O. Almansa recientes elaboraciones monovarietales dan una uva de gran potencia aromática.

 

 

 

• Graciano: Variedad común de La Rioja aunque en una proporción muy poco considerable.  Al cultivarse en zonas más cálidas de La Rioja aparecen notas de elevada frutosidad y color, comenzando a aparecer vinos monovarietales de la misma. También se utilizaba para potenciar el aroma frutal de la tempranillo, dándole más acidez. En boca nos trae recuerdos a arándanos. Otras zonas de producción, con menos relevancia, son las zonas más templadas de Valencia y Extremadura.

 

 

• Juan García: Es una vinífera autóctona de la D.O. Arribes del Duero. En comarcas y municipios como Fermoselle (Zamora) supone el 90 por cien de la superficie cultivada. Tiene una piel muy fina que la hace algo frágil en maduraciones tardías o en zonas húmedas. Se la conoce también como malvasía negra en algunas zonas de Salamanca. Con ella se producen muy buenos e interesantes vinos jóvenes, crianzas y reservas, con un buen repertorio de fragancias frutales y toques especiados. No presenta elevada graduación alcohólica ni tampoco alta acidez.

 

• Listán Negra: Variedad de cepa que se cultiva en las Islas Canarias. Tiene unos racimos de tamaño medio muy compactos, dando unos tintos brillantes con notas balsámicas en nariz. Se utiliza en unión de otras variedades que le den la acidez de la que carece, siendo una uva más adecuada para vinos jóvenes.

 

• Manto Negro: Es una variedad autóctona de las Islas Baleares (D.O. Binissalem y Pla i Llevant especialmente). Las uvas son grandes y con bastante color dando unos vinos aromáticos a fruta madura y notas caramelizadas. Tienen buen cuerpo y son muy equilibrados. En ocasiones va unida a la uva local denominada callet.

 

 

 

 

 

• Mencía: La uva mencía es una variedad autóctona del noroeste español (León, Zamora y Galicia especialmente) de origen milenario, por sus características distintivas con ella se elaboran vinos que merece la pena descubrir y degustar, de intenso color frambuesa, aromas penetrantes a frutas pero también delicados a flores, buenas dosis alcohólicas, buena acidez y posibilidades de crianza con un paladar aterciopelado característico. Destaca por su buena capacidad de envejecimiento, de ella se obtienen vinos con gran expresividad del terruño, bien equilibrados y estructurados, que resultan redondos y amplios en boca.

 

• Monastrell: Es una variedad mediterránea de origen español. En Francia se la conoce por el nombre de murvedre. Se caracteriza por su excelente adaptación a suelos de escasa pluviometría y altas temperaturas cultivándose, casi en su totalidad, en Alicante y Murcia. En ésta última, es la uva mayoritaria en superficie de cultivo en sus tres D.O. (Bullas, Jumilla y Yecla). Se asienta en suelos ligeros, profundos y algo calizos. Es una variedad de rotación tardía por lo que no suele tener problemas con las heladas de primavera. Tiene unos racimos bastante compactos con una piel (hollejo) bastante gruesa. Posee una gran frutosidad de rasgos maduros algo confitados, con unos taninos dulces. Los vinos tienen un color rojo púrpura intenso con ribetes violáceos. Tiene cierta propensión a la oxidación, obteniéndose vinos de alta graduación.

 

• Negramoll: Uva cultivada en el Archipiélago Canario, principalmente en la isla de la Palma. Se la conoce como Mulata y Negra Mole. Sus racimos tienen tamaño medio y son muy compactos, con uvas medianas y de color negro. Los vinos son suaves, frescos y aromáticos, combinando muy bien con la variedad Listán Negra.

 

 

 

 

• Pietro Picudo: Es una variedad que se cultiva en un área que va desde Benavente (Zamora) hasta Astorga (León), y desde ésta última ciudad hasta los límites de la provincia de León con la de Palencia. Produce los conocidos “vinos de aguja” de la zona leonesa. Su racimo es apretado y las bayas tienen forma de piñones con piel negra azulada. El vino es de color cereza oscuro con un buen desarrollo aromático de frutos rojos en la línea de la variedad mencía.

 

• Rufete: Es una uva autóctona de la comarca de la sierra de Francia en Salamanca. Su fruto da escaso rendimiento. Tiene una piel muy fina y azulada con ciertos reflejos metálicos. Su tendencia a la oxidación obliga a un mayor esmero en su elaboración dando, por lo general, vinos ligeros y con no mucho color. La uva tiene una buena carga aromática, con recuerdos a mora y frambuesa.

 

• Tempranillo: De origen español, es sin ninguna duda la variedad de uva de calidad más extendida en España. Ello se debe, en primer lugar, a su buena adaptabilidad al clima continental y, en segundo lugar, a su tonicidad que le permite un envejecimiento más prolongado en barrica. Se cultiva en casi toda España excepto en las zonas costeras y de clima atlántico. Es conocida también con la denominación de “tinta del país”, “cencibel”, etcétera.
Su nombre se debe a que madura unas semanas antes que la mayor variedad de uvas tintas españolas. En La Rioja ocupa más del 60 por cien de la superficie de viñedo cultivada. Está reconocida y autorizada en casi 30 D.O. Su racimo es cilíndrico, compacto y de tamaño mediano, a menudo con dos alas. Su piel es gruesa y crece mejor en altitudes relativamente altas.
Tiene un aroma y sabor afrutado con baja acidez y bajo contenido en azúcar por lo que resulta idónea para su mezcla con Garnacha, Graciano, Merlot y Cabernet Sauvignon entre otras. Los vinos tienen un color rojo rubí con amplio repertorio de aromas (tabaco, vainilla, hierbas, moras, cuero, etcétera) con un paladar muy franco e interesan
te en los vinos jóvenes y aterciopelados cuando envejecen.

 

• Trepat: Uva autóctona de la D.O. Conca de Barberá y que también se encuentra en la D.O. Costers del Segre, ambas de Cataluña. Es una variedad de brote temprano (viéndose afectada por las heladas de primavera) y vendimia tardía, racimos compactados, que poseen granos de piel gruesa de tamaño grande. Se utiliza, fundamentalmente, para la elaboración de vinos rosados y cavas por su falta de intensidad de color. Los vinos rosados elaborados con esta variedad son ligeros, frescos y afrutados, limpios y brillantes, de color frambuesa. Los cavas rosados de la variedad resultan muy elegantes y finos, limpios y muy luminosos.

 

• Tinta de Toro: Se trata de una variedad que es un clon de la uva Tempranillo cultivada principalmente en Toro (Zamora). Es una uva que da un gran color al vino, con aromas frutales. Posee la misma potencia frutal que la Garnacha pero con un matiz más seco. Es la uva noble española por excelencia. Es muy aromática y de gran finura, proporcionando vinos de gran calidad y estupendo envejecimiento debido a su escaso nivel de oxidación. Su sabor es de fruta madura, con un color rojo rubí muy característico como la variedad Tempranillo.

 

 

  UVAS BLANCAS

 

• Airén: La primera de España en cantidad (más del 30 por ciento del viñedo) y también del mundo, ésta uva blanca tiene su primacía indiscutible en la zona de Valdepeñas y La Mancha, su lugar de origen, de donde salen casi dos tercios de toda la uva que se produce en el país aunque, en contrapartida, también es aquí donde se arrancan cada año el mayor número de cepas.
Esta variedad suele presentar un color pálido con irisaciones amarillas; en la nariz se aprecian notas a frutos maduros (plátano, piña o pomelo), y en boca, pese a carecer de cierta acidez, los vinos monovarietales resultan bastante sabrosos y agradables, fáciles de beber aunque sin llegar a ser elegantes y sin percibirse matices de relieve.
Es una uva de brotación y madurez tardía, su nivel alcohólico se sitúa entre los 13 y los 14 grados. La cepa se adapta perfectamente al clima árido y duro manchego, asentada en suelos calcáreos que se elevan hasta los 700 metros de altitud, ofreciendo una gran resistencia a la sequía y las enfermedades.

 

• Albariño: Variedad de uva que se produce principalmente en la costa atlántica de Galicia. Es una uva de sabor afrutado y floral, caracterizándose por su aroma que recuerda al albaricoque. Los vinos son amplios, secos, ligeros y con un sabor persistente, fresco y suave, con suficiente cuerpo y grado alcohólico (entre 11 y 13% Vol.), acidez equilibrada (entre 7 y 9 g/l), armoniosos y de amplios matices.
Su color es amarillo y brillante, con irisaciones doradas y verdes, finos y distinguidos, con un regusto placentero y elegante. Sus racimos son pequeños y de maduración temprana.

 

• Albillo: Algunos autores extranjeros la definen como uno de los secretos mejor guardados de España pues aunque se desconoce su origen es prácticamente imposible encontrarla fuera de nuestras fronteras. Tiene baja acidez y tendencia a la oxidación.
De color amarillo dorado y aroma penetrante característico, presenta un sabor ligeramente dulce debido a los azúcares no fermentados y a la abundante glicerina que contiene. El sabor de la Albillo es persistente y deja un leve regusto amargo. Antiguamente era la uva de mesa de Castilla y estaba considerada como la mejor cepa para la elaboración de vinos de postre, debido a su maduración precoz pudiendo, por tanto, alcanzar altos niveles de alcohol en sus vinos.

 

• Cayetana Blanca: Es una variedad muy productiva, pero que da vinos en general de no mucha calidad, neutros y de poca acidez. Gran parte se dedica a la elaboración de holandas destinadas a brandy. Se cultiva en Extremadura, fundamentalmente en Tierra de Barros. Su rendimiento es muy bueno, tiene racimos de tamaño grande y bastante compactos. Sus bayas son de forma redonda y color amarillo-verdoso. Se adapta bien a terrenos arcillosos y climas cálidos.
Produce vinos con poco aroma y mucho cuerpo, por lo que resulta de interés para las alcoholeras. Esta es la razón por la que se comercialice a granel en muchas ocasiones.

 

• Garnacha Blanca: Variedad cultivada en Cataluña (Alella, Ampurdán, Costa Brava Priorat, Terra Alta, Costers del Segre….), Calatayud, Cariñena, Rioja, Somontano y Navarra. Tiene racimos de tamaño mediano y compactos. Las bayas son de tamaño medio, forma redonda y color amarillo-verdoso. Produce un mosto agradable, azucarado y poco ácido. Produce vinos de gran cuerpo y mucho alcohol, de color amarillo paja; desprende aromas florales y afrutados, caracterizándose por sus notas a hierbas, heno y monte bajo.

• Godello: Originaria de las laderas del rio Sil se cultiva principalmente en Orense (D.O. Valdeorras, Monterrei) y zona del Bierzo. Variedad precoz y de maduración muy determinada. El racimo es bastante pequeño, de forma cónica. Su baya es de tamaño medio, forma elíptica y color verde amarillo.
Sus vinos alcanzan una graduación alcohólica de 11,5 a 12,5 º y tienen una gran calidad aromática. Son de color amarillo-pajizo, perfumados, duraderos en el tiempo, evolucionando lentamente y con gran cuerpo. Con alto nivel de glicerol, sus aromas recuerdan a la manzana.

 

• Hondarribi Zuri: Autóctona de España (País Vasco) es la uva mayoritaria en la D.O. Txacolí de Guetaria, con presencia en Txacolí de Vizcaya. Está perfectamente adaptada a los entornos frescos y húmedos. Los racimos son medianos y compactos. Las uvas son redondas, tienen un tamaño pequeño y un color dorado.
El color es amarillo pálido; en nariz denota intensos aromas a cítricos, frutas maduras, hierbas y flores; en boca es fresco y fácil de beber, con notas a manzana verde, y buena acidez.

 

• Jaén: Autóctona de España, es conocida como Amor Blanco, Aujubí, Baboso Blanco, Jaén Blanco y Valadí. Se cultiva de forma dispersa en Andalucía, Canarias (La Palma, Valle de la Orotava e Ycodén-Daute-Isora) Valencia y La Rioja. Es una variedad con una cepa vigorosa a la que gusta mucho el sol.
Sus racimos son grandes y compactos y sus uvas de color amarillo. Los vinos son pálidos, con aromas afrutados y algo alcohólicos.


 

• Macabeo: En Cataluña se la conoce como Macabeo, por tierras riojanas, navarras y aragonesas como Viura y en el Somotano aragonés se le conoce como Alcañón.
Intervenía en los tintos riojanos clásicos y da su mejor cara en blancos de crianza, evolucionando muy lentamente. Los vinos que se obtienen actualmente de esta casta son finos, más secos y ácidos, y ciertamente aromáticos. Su lenta oxidación la hace muy apropiada para el envejecimiento en madera. Variedad básica del cava, al que aporta cuerpo y aroma amanzanado. En la región del Penedès, la viura/macabeo es la variedad predominante empleada para la elaboración del cava. Es también la uva base de la elaboración de los blancos de La Rioja. El vino es pálido y ligero, con recuerdos de frutos verdes cuando procede de altos rendimientos.


• Malvar: Es la cepa mayoritaria para la elaboración de los vinos blancos de Madrid. Tiene sus orígenes en España, casi con total seguridad en la provincia de Madrid. Cultivada en la mitad sur de la Península Ibérica, en la zona de La Mancha, destacando en las Denominaciones Mondéjar, Ribera del Guadiana y Vinos de Madrid. Da lugar a cepas con una buena producción, maduración tardía y porte bajo.
El racimo es grande, suelto con bayas grandes ligeramente aplastadas de color verde-amarillo, de maduración precoz. Brotación entre temprana y media, y madurez temprana. La uva tiene una textura suave y con cierta dulcedumbre, combinando muy bien con la variedad airén.

 

• Malvasía: Es una de las variedades blancas de uva más antiguas, y se ha cultivado en casi todas las islas del Mediterráneo desde tiempos remotos, teniendo un más que probable origen griego. De todas formas, en toda la cuenca mediterránea existen cantidades elevadas de clones y variantes de esta cepa milenaria.
Las muestras más reconocidas en España son las malvasías de Canarias, produciéndose también en Sitges, Navarra, Ibiza y La Rioja, si bien en producciones muy reducidas. Es una variedad considerada algo más noble que la moscatel.
Los racimos de malvasía tienen un tamaño mediano y poco compacto. Sus bayas son grandes, frágiles y ovoides. Es una variedad con gran intensidad aromática, con muy buena acidez y rica en azúcares. Su gusto, entre algo almizclado y amargo, resulta muy original.

 

• Merseguera: Es una variedad típica del Levante español que se cultiva principalmente en las D.O. Valencia, Utiel-Requena y Alicante. Produce unos vinos de gran calidad, con matices algo herbáceos y un ligero recuerdo de almendras amargas.
Es de maduración tardía y muy presente en las zonas con pocas precipitaciones. La vid se adapta muy bien a los distintos tipos de suelo. Los racimos son de tamaño medio y bastante sueltos, con uvas medianas y de color verde-amarillento. Destaca su tono pálido, en algunos casos pajizo. En las zonas frías el resultado es un vino muy fino, con aromas ligeros y poca acidez. En lugares más cálidos, los vinos pueden tener un elevado nivel de alcohol, lo que permite la elaboración de vinos semidulces.

 

• Moscatel: La uva moscatel suele ser blanca o morada, de un grano grande, redondo y liso, de gusto muy dulce. El origen de esta uva es discutido, aunque todo apunta que se habría originado en Alejandría, ya que de este lugar provienen sus denominaciones más importantes. Entres los tipos de uva moscatel existen dos clases: Moscatel de Alejandría (también llamada romano y de grano grande) y Moscatel de grano menudo o Moscatel Morisco. La primera prefiere zonas junto al mar, como la zona de Levante, Cádiz y Málaga. La moscatel de grano menudo es más resistente para las zonas continentales, como en la cuenca media del río Ebro.
Se suele elaborar en mistela y da vinos aromáticos, con gran fragancia y frescura si está recién elaborada. Las características de la uva moscatel se diferencian de la de Alejandría por su mayor astringencia, carácter más mineral y menor gusto auvado.

 

• Palomino: Es la variedad de uva por excelencia de Jerez. También se cultiva en las D.O. Bierzo, Condado de Huelva, Navarra, Ribeiro, Rueda y Valdeorras. Representa algo más del 3,70 por cien del viñedo. Se siembra en una particular tierra blanquecina. Sus racimos son de tamaño grande y frondosos. Las bayas tienen un tamaño medio, forma ovalada, color dorado y piel fina. Se consiguen con ella muy buenos vinos generosos por su rápida evolución. Son suaves, con poco cuerpo, sabor fresco y punzante con aromas de almendra amarga y color amarillo-verdoso.

 

• Pardina: Es una uva blanca muy característica de Extremadura, especialmente de Tierra de Barros en Badajoz. Es una variedad vigorosa, muy fértil desde las primeras yemas de los sarmientos, por lo que se adapta a podas cortas. La planta es de maduración temprana, siendo especialmente sensible a las heladas de primavera, bastante resistente a enfermedades y baja en su producción.
El racimo es pequeño, suelto y de forma muy variada. Las bayas son de tamaño mediano, forma esférica y color amarillo dorado. Los vinos son de calidad, alcohólicos, sabrosos, con cuerpo, color amarillo dorado y aroma potente, presenta un sabor ligeramente dulce. En nariz es penetrante y en boca es especialmente sabrosa.

 

• Parellada: Se cultiva en las zonas altas de Cataluña. Es la uva más fina y por tanto la más difícil de elaborar. Los vinos, de poco grado, son pálidos, con aromas delicados y poco cuerpo. Actúa como variedad complementaria en la elaboración de los cavas. Tiene racimos de tamaño medio a grande, compactos. Sus bayas son de tamaño mediano y color amarillo-verdoso. Los vinos producidos con uva parellada son de poca graduación, pálidos, con
aromas delicados y poco cuerpo. Es una de las uvas básicas para la elaboración del cava, junto con la macabeo y la xarel•lo.

 

• Pedro Ximénez: Variedad de uva de aspecto redondo, piel fina, casi transparente, delicada y muy sensible a los climas húmedos. Ha dejado de cultivarse en otros marcos de Andalucía refrescados por brisas marinas costeras, pudriéndola con relativa facilidad los rocíos marítimos.
Es en esos climas secos y calurosos de las provincias de Córdoba y Málaga donde se dan esos vinos generosos de gran finura y elegancia, con elevado grado alcohólico natural. La cepa exige suelos bien aireados, profundos, secos y ricos en carbonato cálcico. Su rápida evolución la hace muy apropiada para los vinos generosos, secos y dulces, así como para los dulces de Málaga combinados con la variedad moscatel. Estos vinos presentan un color caoba oscuro con profundos aromas de pasificación. Deja en la boca una agradable sensación de suavidad y dulcedumbre. Son vinos vigorosos, plenos y con perfecto equilibrio.

 

• Torrontés: Es la segunda variedad blanca autóctona más utilizada en el Ribeiro, es propia de la zona; es una variedad bastante completa que aporta ciertas peculiaridades organolépticas. Suele utilizarse para dar complejidad a las distintas mezclas siendo raros los monovarietales por su sabor algo neutro, de menor intensidad y mejor acidez que las variedades y compañeras godello, albariño, treixadura y loureiro.
Los vinos que produce son muy aromáticos y peculiares, con olores predominantes frutales y florales; pueden alcanzar con facilidad 12 - 13% de volumen alcohólico. La brotación de esta cepa es precoz por lo que resulta sensible a las heladas primaverales que afectan a la zona algunos años y su ciclo de maduración es corto. Esta variedad es la esencia de los blancos más conocidos de Argentina.

 

• Treixadura: Distinguida, armoniosa y completa. Es la variedad de uva blanca reina del viñedo del Ribeiro, es perfecta para la zona expresando en ella todo su potencial.
Su sabor recuerda a manzanas maduras y combina perfectamente con la variedad albariño. Es una uva de magnífica calidad pero con muy baja producción. Los vinos que produce son aromáticos, finos y elegantes, con recuerdos a frutas, delicadas notas florales y toques balsámicos. Alcanzan fácilmente los 12 - 13.5 º alcohólicos. Estos vinos en los que predomina la Treixadura suelen tener una buena y positiva evolución por lo menos hasta 2 años después de la vendimia.

• Verdejo: Es posiblemente la variedad más entroncada con el ecosistema de la meseta castellana y, por tanto, adaptada a su clima continental. Es casi exclusiva de la D.O. Rueda. Se cultiva muy bien en áreas de aluvión y en climas de contraste día-noche.
Se trata de una uva de gran calidad, una de las mejores uvas blancas de España. La vid es de porte horizontal y tronco vigoroso. Es de hoja pequeña-media, pentagonal. Racimo de tamaño pequeño a mediano con bayas pequeñas a medianas, generalmente esféricas o elípticas cortas y color amarillo; sus pepitas suelen ser algo grandes, destacando al trasluz cuando se observa la uva.
Produce vinos muy afrutados, de color amarillo verdoso, con cuerpo, glicéricos y suaves, con aromas cítricos, herbáceos, hinojo y un agradable amargor, pero con un fondo de dulcedumbre que dota al vino de su personalidad tan peculiar. Su buena estructura permite la fermentación y crianza en madera con excelentes resultados.
Suele tratarse sola, en vinos monovarietales, sin complementar con otra uva. La uva verdejo suele recolectarse de noche, para que la uva pase a las bodegas a una temperatura de entre 10-15 º C, en lugar de a la temperatura diurna (que en septiembre puede llegar a los 28 o 30º C). A menor temperatura, menor oxidación y oscurecimiento del mosto.

 

• Xarel´lo: Variedad de uva muy armoniosa y con mayor cuerpo y carácter que las otras uvas catalanas parellada y macabeo. Su racimo es dulce, menudo y compacto, con grano esférico, piel gruesa y tamaño medio.
Es una variedad tradicional propia de la comarca del Penedès y del Camp de Tarragona, empleada para la elaboración del cava junto con las otras dos variedades de uva macabeo y parellada. La uva xarel•lo aporta al cava cuerpo y estructura.

• Zalema: Esta variedad es exclusiva de la D.O. Condado de Huelva. Las plantas son rústicas y muy productivas. Proporciona un vino seco, afrutado y fresco con un color entre amarillo paja y amarillo verdoso. En boca, además de resultar vinos muy frescos, son muy sabrosos, con recuerdos y notas florales y de piel de manzana.
Principalmente se elaboran vinos ligeros debido a la facilidad que tiene para la oxidación, así como también vinos generosos y espumosos.


    VARIEDADES INTERNACIONALES: UVAS TINTAS

 

• Cabernet Franc: Tiene su origen en Burdeos, como la variedad cabernet Sauvignon. Da lugar a vinos más suaves y frutosos que aquélla. Sus granos son esféricos, pequeños y con hollejo fino. Su pulpa es moderadamente astringente. Al ser algo más pobre en taninos que la cabernet Sauvignon, da vinos más suaves. En muchos casos se ensamblan ambas variedades para conjugar la agresividad y el intenso color de la Sauvignon con la suavidad cromática y la liviandad tánica de la Franc.
Algunos investigadores sugieren cierto parentesco con la variedad española Mencía, ampliamente extendida en Galicia y algunas zonas de Castilla como El Bierzo en la provincia de León. Su cultivo es bastante disperso, localizándose principalmente en Cataluña.

 

• Cabernet Sauvignon: Es una uva noble de origen francés de mucho carácter, típica de los vinos de Burdeos. Es la uva más internacional por su buena adaptación a todos los tipos de climas. Los más famosos crus –vinos de calidad superior procedente de viñedos determinados- de la región francesa del Médoc se producen a partir de esta variedad.
Las uvas de esta variedad son pequeñas y redondas, con la piel bastante dura. La pulpa es dura y crujiente, con una pigmentación de color rojo picota muy intenso; tiene sabor astringente y sus aromas recuerdan a flores silvestres, bayas, moras, grosellas, y sobre todo a las violetas. Es ideal para vinos de crianza. Sus taninos son sobrios y vigorosos, de gran elegancia y densidad, obteniéndose un vino con mucho cuerpo y alta graduación alcohólica, refinada con el envejecimiento que lo transforma, a mejor, en un vino de extraordinario paladar y estructura.
Los viñedos están bien adaptados a la poda y su producción es regular y constante. Tiene una buena resistencia a las enfermedades de la vid. En general, cuando esta variedad se combina con otras variedades de uva se consiguen vinos de mayor calidad y sabor.


• Merlot: Es una variedad de origen francés conocida mundialmente. Tiene un color azulado y una piel bastante gruesa. Es la uva tinta foránea que suele ser más aceptada por sus taninos menos secos que los de la cabernet Sauvignon, proporcionando un sabor más dulce y afrutado. Se cultiva sobre todo en Aragón y Cataluña, y algo menos en Alicante y Murcia.
Este vino presenta un color rubí intenso con tintes violáceos. El color del mismo depende de la zona de elaboración ya que en ciertas franjas del país se elaboran vinos más oscuros mientras que en otras se obtienen vinos más livianos y claros. Los aromas característicos de estos vinos son los de los frutos como las grosellas, moras, Cassis, etcétera, flores rojas, tabaco, guinda, violeta además de la trufa y el cuero.


• Petit Verdot: Es una variedad de uva negra usada en la producción de vino tinto, originaria de la región francesa de Burdeos. Es una variedad relativamente reciente en España asociándose más a la inquietud de algunos elaboradores y cosecheros más que a zonas geográficas determinadas. Los mejores resultados se han producido en lugares de gran insolación como Jumilla, Alicante, Toledo, Andalucía, Extremadura, etcétera. Se cultiva en otros muchos lugares como Chile, California, Australia, Nueva Zelanda y otras zonas vitivinícolas para potenciar otros vinos.
Hasta fechas recientes su uso principal consistía en aportar aromas, color, acidez y taninos a muchos de los grandes vinos franceses. En España da sensaciones aromáticas de frutillos maduros y frescos, con buena intensidad, tanto en nariz como en boca, alcanzando graduaciones alcohólicas elevadas por su maduración tardía. En ocasiones, sus aromas recuerdan a virutas de lápiz y plátano.


• Pinot Noir: Esta uva tinta de las regiones francesas de Borgoña y Champagne, usada también para elaborar vino blanco o rosado muy pálido, se utiliza en todo el mundo. Es considerada una de las variedades más selectas a nivel mundial para la elaboración de vinos varietales. En Bourgogne da algunos de los vinos más exclusivos y caros del mundo, por su escasa producción, tales como Romaneé Conti.
Pinot Noir produce un vino extremadamente suave, fresco y frutado, de un muy buen bouquet, con una acidez que lo hace bastante vivo y persistente al paladar, sin ser agresivo Su fruto es pequeño, de piel oscura violácea y muy colorante.
En nariz, los vinos de esta variedad puede alcanzar la excelencia aromática (cereza, Cassis, fresa, frambuesa, violeta, cuero, regaliz que evolucionan a un delicado aroma con el envejecimiento) y admiten una buena crianza. Los aromas característicos de este vino son a frutas rojas y negras como cereza, moras, frambuesa, ciruela, entre los más destacados.
Son vinos que tienen una luminosidad especial, recuerda a un rojo teja más opaco que brillante, al contrario de los vinos franceses de Pinot Noir que se caracterizan por tener un brillo bastante más luminoso. Su color varía según su edad: de un rojo, rubí o violeta cuando es joven, a un anaranjado ocre, después de 8 a 10 años de guarda, manteniendo una capa media. Suelen ser vinos ligeros pero muy bien estructurados, pudiendo necesitar años de envejecimiento para suavizar los taninos aportados por las partes verdes y leñosas de la planta.


• Syrah: Tercera variedad tinta que conforma el triángulo de la fama que comparte con la Cabernet Sauvignon y la Pinot Noir. Su procedencia es incierta, a pesar de que muchos expertos coinciden que surgió en Persia. Sin embargo, es en el valle del Ródano, donde se asienta definitivamente creando grandes vinos desde hace siglos. Hoy el Hermitage la Chapelle de Paul Jaboulet es uno de sus vinos míticos.
Después de Francia, Australia es seguramente el país que más fama ha dado a esta uva que admite dos grafías, -tan correcto es decir Syrah como Shiraz-. Es el Marqués de Griñón a través del enólogo Emile Peynaud quien la introduce en 1982, en lo que hoy es actualmente la Denominación de Pago Dominio de Valdepusa, situado en Toledo (La Mancha). Su vino, Dominio de Valdepusa Syrah, sigue siendo año tras año, uno de los mejores exponentes de esta variedad.
Esta uva se ha aclimatado a la perfección en todas las Denominaciones de Origen de la Comunidad Valenciana y Murcia, al complementar muy bien con la monastrell, que es la variedad característica de esta zona del Levante.
También combina con la garnacha y cariñena, aportando longevidad y frescura. La garnacha y cariñena son uvas autóctonas de Aragón (Cariñena, Calatayud, Campo de Borja) y Cataluña (Priorato, Montsant, Terra Alta, Tarragona), por lo que muchos de estos vinos suelen llevar algo de Syrah.
La Mancha es otro de los lugares de asentamiento de esta uva. Actualmente está autorizada en numerosas Denominaciones de Origen, pero es sobre todo en las zonas expuestas más directamente al clima mediterráneo y mediterráneo-continental donde ha encontrado su lugar: Cataluña, Baleares, Aragón, incluso en el prepirineo aragonés.
Los vinos de esta variedad son suntuosos, vigorosos, potentes, con cuerpo, de textura sedosa, con gran cantidad de taninos y materia colorante. Tienen aromas muy agradables a violeta, Cassis y fruta negra (mermelada de ciruelas, grosella negra, zarzamora..), mientras que los vinos que son sometidos a una crianza en roble desarrollan otros aromas como ligeros toques ahumados, coco, aceituna negra, trufa, brea, especias….. y sus sabores abren un abanico de posibilidades entre la grosella negra, Cassis, mermelada de ciruelas, zarzamoras y sabores especiados dejando un prolongado recuerdo en la boca.
Su carácter natural es sólido y por eso adquieren más personalidad a medida que envejecen pero también hay vinos muy ligeros y frescos que abren horizontes inesperados.


• Nebbiolo: Es la joya más preciada del viñedo italiano, confinada en el Piamonte, y también la Lombardía y el Valle de Aosta, al noroeste del país. Sus uvas aisladas, de granos color azul intenso y ligeramente ovoides dan vinos con un extraordinario carácter, que en su juventud recuerdan las cerezas, la ciruela madura y las
violetas, pero que al cabo de los años se transforma en aromas a quemados, alquitrán, trufa y ahumados. Son tintos de gran riqueza alcohólica, por encima de los 13 grados, con una concentración única de extracto, taninos y acidez, pero que exigen una vinificación muy cuidadosa. La fermentación puede durar unas dos semanas y, a menudo, se realiza un estrujado previo para conseguir vinos todavía más tánicos y con mayor color


• Zinfandel: Es una variedad de uva cultivada en algunos viñedos californianos. Un análisis de ADN de esta variedad reveló que es genéticamente equivalente a la uva Crljenak Kaštelanski proveniente de Croacia, así como a la variedad denominada Primitivo que se cultiva en la región de Apulia al sur de Italia, donde fue introducida en el siglo XVIII. Esa variedad llegó a América a mediados del siglo XIX y allí comenzó a ser conocida con el nombre Zinfandel, que es de origen desconocido.
Con esta variedad de uva se produce un vino tinto de carácter robusto, así como un vino semidulce (rosé) denominado Zinfandel blanco. La variedad tiene un alto contenido de azúcar que permite obtener mediante fermentación niveles de alcohol superiores al 15 por ciento.


• Gamay: Es la famosa uva tinta y característica de la región francesa de Beaujolais. Los racimos son medianos y bastante compactos, con uvas de tamaño medio oscuras y bastante ovaladas.
Da unos vinos ligeros, ácidos, afrutados y con gran fragancia de aromas para ser consumidos en el año. En nariz tienen notas a frutos silvestres.

 

 

 


• Grignolino: Es una variedad originaria de la zona italiana de Asti y Monferrato Casalese, que se denominaba en la Edad Media Barbesino. Con esta variedad se elaboraban muchos vinos de la región italiana del Piamonte, agradables y fáciles de beber. Los vinos tiene un color rojo claro y son muy afrutados, con una graduación mínima de 11 grados, con delicados perfumes florales de sabor ligeramente tánico y agradablemente amargo.

 

  VARIEDADES INTERNACIONALES: UVAS BLANCAS

 

• Chardonnay: Variedad de uva originaria de la región francesa de Borgoña y también muy extendida en la región de Champagne, es una de las uvas más apreciadas en el mundo. Actualmente se produce en casi todas las zonas vitivinícolas del mundo, siendo la mejor uva de California. Se ha adaptado perfectamente a diversas regiones y zonas de España, introduciéndose en numerosos Consejos Reguladores.
El grano de la uva es pequeño y redondo, adquiriendo un tono melón al fermentar. Su color es variable entre paja, muy pálido, y amarillo paja más intenso, casi dorado, extremo que se debe al aporte de la madera, así como sus reflejos verdosos.
Los vinos producidos con esta variedad, cuando son envejecidos en barrica adquieren unas cualidades de aroma y sabor que resultan muy apreciados por los aficionados (piña, mango, melón….). Con crianza en roble pueden aparecer aromas a vainilla, miel y mantequilla. Son vinos que envejecen muy bien en madera por su alto extracto seco, con cuerpo, glicerina y poco nivel de oxidación, sin acidez agresiva, largo de boca, y con una buena gama de sabores (manzanas, cítricos, melón, miel, caramelo……).

 

• Gewürztraminer: Es la uva blanca de los grandes vinos de Alemania y de la región francesa de Alsacia que, actualmente, se encuentra numerosas zonas del mundo. En España se cultiva principalmente en las zonas del Penedés y Somontano Se trata de una variedad de la especie “traminer”.
Es la uva blanca que produce los vinos con un aroma y un sabor más penetrante y aromático, confundiéndose en ocasiones con la uva moscatel, aunque su abanico aromático es más amplio y nos recuerda a notas de frutas exóticas, flores, pétalos de rosa y con algunos toques picantes (de ahí el prefijo germano “gewürz” que significar picante o especiado). Da unos vinos frescos y ligeros, de baja acidez y con matices frutales y florales.

 

• Riesling: De ésta variedad proceden los vinos más preciados de las regiones germanas de Mosela y del Rhin y de la francesa de Alsacia, aunque es una variedad presente en el mundo entero y una de sus mejores cepas. En España se cultiva principalmente en Cataluña. Las raíces prefieren los mejores suelos, con buena exposición al sol aunque, en general, prefiere zonas frías.
La cepa tiene un rendimiento relativamente bajo, con un tamaño de uva pequeño y de color amarillento. Madura tardíamente y si el otoño ha sido templado, e incluso algo caluroso, puede proporcionar muy buenos vinos dulces. En España da unos vinos secos, afrutados, frescos y florales, menos complejos que los vinos de las regiones alemanas y francesa citadas. En general, produce unos vinos muy equilibrados en azúcares y ácidos, con sutiles y delicados aromas y fragancias.


• Muscat de Alsace: Variedad de uva conocida también como Moscatel Blanc, Moscatel de grano menudo, Muscat de Frontignan, etcétera. Sus orígenes se encuentran en la región francesa de Alsacia, cultivándose en los países ribereños del Mediterráneo. En España se encuentra, principalmente, en Cataluña, Alicante y Navarra. Las plantas son vigorosas, de brote temprano y buen rendimiento de cepa. Los racimos son medianos y muy compactos, con uvas de tamaño medio, en forma de elipse, y un color ámbar.
Se emplea, fundamentalmente, para la elaboración de vinos dulces, licorosos, a veces para generosos, rosados y blancos secos. Los vinos son fácilmente identificables por su sabor penetrante, frescos, atractivos, muy aromáticos, florales (azahar) y afrutados.


• Roussane: Procedente de la región francesa de Montélimar, tradicionalmente ha conformado, junto a las variedades marsanne y viognier la gran trilogía blanca de las variedades del Ródano, encontrándose también en Italia, Australia y California. En España, se encuentra en algunas zonas de Cataluña. Esta variedad está presente en algunos de los mejores vinos franceses como Hermitage, Châteauneuf du Pape, Corbières, etcétera. Tiene una cierta tendencia hacia la oxidación y da vinos de magnífica evolución en botella que después de años puede conservar todas sus propiedades.
Es una variedad de racimos medianos y bastante compactos, con bayas pequeñas y redondas color ámbar. Al madurar se vuelven rosáceas, circunstancia acreedora de su nombre. Da unos vinos sutiles, con buena tanicidad. Sus aromas recuerdan al albaricoque, con matices florales y herbáceos y notas de miel. En boca tiene un cierto tono graso que la hace muy apetecible. Buenos coupages con variedades Chardonnay y Syrah que suavizan la intensidad tánica de la Roussane.


• Viognier: Considerada como la gran joya del Ródano, se encuentra también en Australia, EE.UU, Marruecos, Líbano y Nueva Zelanda. En España se ha ido aclimatando muy bien, encontrándola en Andalucía, Castilla – La Mancha, Cataluña, zonas de Teruel, Murcia, etcétera. El momento de gloria de esta uva se presentó a finales de la década de los años 90 del siglo XX cuando se plantó en California, Argentina, Chile y Australia.
Es una uva que envejece con elegancia, presentando unos vinos finos muy aromáticos y con notable complejidad. Sus aromas nos ofrecen notas florales y frutales (melocotón, albaricoque, manzana, mango……..), con toques herbáceos y especias como la vainilla. En la boca sus vinos son suaves, con cuerpo y buena estructura, grasos y con poca acidez, presentando un largo final de boca.


• Marsanne: Forma parte, como ya se indicó en la variedad Roussane de la conformada trilogía varietal blanca del Ródano. No suele presentarse en forma monovarietal pues requiere el aporte aromático de uvas más ricas como la Viognier.
Tiene un buen grado alcohólico que permite al vino envejecer durante mucho tiempo, lo que se traducirá en un aporte aromático más complejo y afrutado. Presenta notas de aroma a violetas, notas minerales y fruta exótica, siendo su paso por boca graso y muy agradable.


• Sauvignon blanc: Originaria de las regiones francesas de Burdeos (Graves) y del Alto Loira, se ha ido aclimatando perfectamente a otros países como Argentina, Chile, Australia, uruguay, Sudafrica, EE.UU y, principalmente, en Nueva Zelanda. En España se cultiva principalmente en la D.O. Rueda y menos en Cataluña, Levante y Extremadura, estando autorizada en numerosas Denominaciones de Origen. Se la conoce también como fumé blanc.
Es una variedad de brotación tardía, muy resistente al clima frío, con unos racimos de tamaño medio y forma cilíndrica. Sus bayas son de tamaño pequeño-mediano, con formas redondas y color amarillo que tiende a dorado cuando madura. Produce vinos muy variados, con cierta robustez, especialmente los de la región de Burdeos, y buena acidez. Proporciona buen gusto a frutas tropicales cuando está muy madura y ligeros toques florales.


• Semillón: Es la variedad de uva blanca francesa que produce los prestigiosos y extraordinarios vinos dulces Sauternes. Es conocida también con los nombres de Semillón Muscat, Colombar, Colombier, Colombia, Greengrape…. Originaria de la región de Burdeos, esta uva se cultiva fundamentalmente en la localidad de Sauternes, siendo los principales países productores, además de la propia Francia, Argentina, Chile y EE.UU.
En la citada localidad francesa de Sauternes el clima permite que en la mayor parte de las cepas se sobremadure la uva. De esta forma, y bajo determinadas condiciones de temperatura y humedad, un hongo (Botrytis cinérea) suaviza la piel de la uva y permite que se deshidrate, tomando el aspecto de uva pasa con gran contenido en azúcar y baja acidez que permite la elaboración de un vino dulce y cremoso. La fermentación del mosto se lleva a cabo lentamente resultando un vino con una intensidad aromática floral y elegante y un sabor amielado que, en buena parte, es responsabilidad del hongo.
Las uvas tienen un tamaño mediano, redondas, con una piel fina. Esta variedad tiene un alto rendimiento y los vinos que produce son idóneos para su envejecimiento. El color de las uvas es amarillo intenso con tonalidades doradas y ambarinas. El vino que producen, muy delicado y con gran elegancia, puede ser seco y dulce. Los aromas principales son la miel, notas frescas herbáceas y recuerdos de aromas cítricos. Si se cosecha tempranamente y pasado por roble destacan sus aromas a plátano y pan tostado. Resulta ideal el Sauternes dulce para acompañar los postres.


• Tokay: Vino de reyes, rey de vinos, así definió Luis XIV de Francia al vino elaborado en la población húngara de Tokaj.
La excelencia y singularidad de los vinos de Tokay se debe sobre todo a la acción de un hongo que ataca el viñedo Tokaji. La acción del hongo botrytis cinerea, se conoce con el nombre de podredumbre noble y penetra en la uva para conseguir extraer la mayor parte del agua contenido en el grano, pero preservando el resto de sustancias presentes (azúcares, elementos ácidos…). Su aspecto se asemeja al de uvas pasificadas, de ahí que se conozcan con el nombre de aszú (que significa seco en húngaro).
La principal variedad de uva empleada en Tokay es la Furmint, variedad de maduración tardía, nada compleja, pero bastante propensa a recibir el ataque del beneficioso botrytis.
De manera casual se consiguió dar con la acción de la podredumbre noble en el viñedo, ya que la guerra contra los turcos allá por el Siglo XVII, obligó a retrasar la vendimia, lo cual generó el suficiente tiempo para que la botrytis se desarrollara en el viñedo.
Para la elaboración del Tokaji aszú, se recurre a un vino base al que se le añade la pasta de uvas aszú, utilizando para ello unos capazos de 25 kgs de capacidad llamados puttonyos. Sobre un tonel de 136 litros de vino se van añadiendo los puttonyos. Tres puttonyos, que sería el mínimo para poder considerarse un vino de Tokay como aszú, sería la adición de 75 kgs de uva botrytizada a una base de 136 litros de vino convencional.
Existen tokays aszú, de tres, cuatro, cinco y seis puttonyos y el Eszcencia, elaborado con la lágrima que surge directamente de la pasta aszú.
Después de añadida la pasta aszú, comienza una fermentación que, debido a las bajas temperaturas de las cuevas donde se desarrolla y a la elevada cantidad de azúcar que la uva botrytizada aporta a la mezcla, suele ser muy lenta y larga.
El resultado es el de un vino elegante dulce, pero con un inusual equilibrio entre dulzor y acidez que le confiere una agradable frescura. Su dulzor no cansa. La gama aromática también se descubre muy compleja y extensa, dulcería, cítricos, floral, etcétera, son algunos de los grupos que componen el amplio abanico aromático del Tokay.


• Bual/Boal: Es la variedad que produce los vinos dulces de la isla de Madeira (Portugal). Son vinos intensos, dulces y semidulces, con mucho cuerpo, suaves, aterciopelados, nobles, de color dorado oscuro y muy aromáticos. En boca tiene una atractiva complejidad ahumada y nos trae recuerdos a nueces. Estupendos para maridar con postres.
El proceso de maduración del vino de Madeira fue descubierto por casualidad. El movimiento del transporte marítimo, las brisas marinas y particularmente el calor en los barcos en viajes tropicales desarrollaron diferentes sabores en el vino, que adquirió un sabor más fuerte. Se dice que en el siglo XVI, en los viajes más largos, el vino de Madeira se reforzó con un 20% de alcohol con el fin de soportar las condiciones del mar. Sin embargo, el constante balanceo del barco y el paso por el ecuador (lo cual lo calentaba como una sauna) aceleraban el proceso de maduración del vino. Hasta 1794 este fue el “proceso casual de elaboración”.


• Chenin Blanc: Es una cepa de uva blanca originaria de Anjou (viñedo del valle del Loira, Francia) que da muy buenos vinos secos y dulces. Se cultiva en otros países como Chile, Argentina, EE.UU y Sudáfrica. En este último país, la superficie de cultivo supera notablemente la de Francia. En España, se encuentra autorizada en Aragón (Somontano) y Cataluña (Alella).
Sus racimos tienen un tamaño medio y compacto. Las bayas tienen un tamaño medio y presentan un color dorado. Los vinos presentan un color amarillo verdoso con reflejos dorados en ocasiones. Sus características aromáticas son frutales, con notas de miel y frutos secos, así como frutas confitadas. En boca son vinos atractivos, ligeros y frutados, con buena acidez y frescura. Los suaves blancos ligeramente dulces elaborados con Chenin Blanc se vuelven muy melosos y ricos en los años de buenas cosechas. Los vinos Chenin franceses llevan casi siempre subyacentes una acidez que hace que se desarrollen bien en botella.

 



 

       ●Variedades Españolas

                ►Tintas

                ►Blancas

 

     ●Variedades Internacionales

                ►Tintas

                ►Blancas

 

La Ampelografía, del griego Ampelos, vid, y graphos, descripción, es la ciencia que se ocupa de la descripción y estudio de especies, híbridos y variedades de la vid. Hoy, el objeto de esta rama de la ciencia es la identificación de especies y variedades de vid para poder diferenciarlas entre ellas mediante la descripción de sus caracteres morfológicos (en cuanto a la forma), fisiológicos (en cuanto al funcionamiento), fenológicos (en cuanto a los fenómenos periódicos de las plantas) y agronómicos. Desde el comienzo de nuestra civilización hubo interés en el reconocimiento de los cepajes.
La vid cultivada, la “vitis vinífera”, tiene sus orígenes en Transcaucasia, una región situada entre el Mar Negro y el Mar Caspio. Desde allí se extendió a todas las zonas originarias de cultivo. No obstante, también existía una variante silvestre en Europa que se extinguió con la filoxera.
Plinio el Viejo describió con detalle más de 90 variedades de uva en su Naturalis Historia. Muchos expertos consideran que el nacimiento de la ampelografía como una ciencia real tuvo lugar en el año 1.940, con los estudios del francés Pierre Galet, quien estableció las técnicas para la identificación de las distintas variedades.
Su método se basa en un análisis preciso y sistemático de la estructura, forma y color de distintas partes, como flores, brotes, peciolos, hojas y racimos, además del sabor de las bayas. La técnica tiene buenos resultados cuando se emplea para identificar diferencias entre variantes como, por ejemplo, la chardonnay con la garnacha, pero no funciona tan bien cuando hablamos de clones o de subvariantes.
De hecho, la presencia de amplias divergencias en las características del suelo, el clima, enfermedades y plagas pueden afectar a la forma de las hojas, de los brotes y otras de las características analizadas, llevando a la confusión y al error.
Aunque no hay acuerdo respecto de la cifra exacta, el número de variantes de vid que se cultivan se sitúa entre 10.000 y 20.000, en su gran mayoría descendientes directas de la “vitis vinífera”, pero el resto tienen otros orígenes.
La más importante reserva genética de cepas se encuentra en Vassal (Francia). Esta reserva cuenta con unas 5.000 variantes de vid, de las cuales aproximadamente 3.500 están perfectamente identificadas. Estas vides proceden de 35 países distintos.
La reserva tiene sus orígenes en el año 1876 en la École d’Agriculture de Montpellier, aunque su actual ubicación se debe a Jean Branas, profesor de Viticultura, que en 1949 funda la reserva.

 

En cualquier caso, el problema tiene su causa en la sinonimia, que significa que una misma variante puede tener diferentes nombres en los distintos lugares en que se cultiva. También se suele dar el problema opuesto, es decir, diferentes variantes suelen ser llamados con el mismo nombre. Veamos el siguiente ejemplo: el Beaujolais es un vino elaborado fundamentalmente a base de la variante “gamay”. El problema surge porque en su elaboración de usa un buen número de variantes a las que se denomina gamay, pero que realmente no lo son.
Pero aún hay más, en California a la variante con el que se elabora un tinto ligero y afrutado con bastantes similitudes al beaujolais se la llama “gamay Beaujolais” aunque resulta ser un clon de pinot noir.
En los últimos años, y como alternativa a la ampelografía, se ha desarrollado la técnica y utilidad del análisis del ADN de los viñedos como método mucho más fiable para identificar las diferentes variantes y establecer lazos entre ellos, contribuyendo de manera decisiva la profesora de viticultura y enología de la Universidad de Davis (California) Carole Meredith, cuyos resultados en los viñedos californianos resultaron tan espectaculares que dichas técnicas se han aplicado aplicación con las viñas francesas en la zona de Montepellier, con excelentes resultados en la averiguación de las conexiones genéticas entre “padres e hijos” de variedades como “chardonnay”, “pinot noir”, “shiraz”, etcétera.